domingo, 20 de diciembre de 2009

Acuérdate otra vez

Acuérdate de Paula Gómez, hija de doña estela, nieta de Oliva. Aquella que armaba los juegos en el barrio y que vivía diciendo: ¡Qué buena es la vida! Cuando estaba en apogeo la gripa porcina. Esto fue hace más o menos veinte años. Creo que te debes de acordar de ella. Acuérdate que le decíamos la ofrecida. Por aquello del incidente en el bar con ese tipo alto y bien parecido. Acuérdate que en el barrio siempre jugaba con todos a la lleva y era muy tramposa.

Acuérdate que a su madre le decían la galembera, porque siempre andaba gritando por el barrio y peleando con la chancera de la esquina. Algunos decían que era muy pobre. Pero era mentira, tenía mucho dinero, pero era muy tacaña. Tuvo solo una hija, Paula. Y hasta su muerte se mantuvo sola, nunca consiguió un marido. Era la vieja chismosa del barrio. Llevaba los chismes de tienda en tienda. Algunos eran ciertos otros eran falsos. Te debes acordar de ella, pues era muy conocida en todo el barrio.

Paula Gómez tenía más o menos nuestra edad. Acuérdate que tenía un novio, que era el más lindo del barrio y le decían el macancan, porque a todo el que le mirara su novia le pegaba un golpe. Acuérdate que ella vendía ropa en una boutique y la daba más cara de lo normal. Y siempre nos convencía a las dos de comprarle. Vendía todo cachivache y cosa rara, según ella, traída del extranjero. Nos robaba a todos. Acuérdate.

Ella tenía una prima que vendía joyas. Acuérdate que íbamos a su casa a comprar y nunca pagábamos. Lo cierto es que nunca más la volvimos a ver a Paula en el barrio. Sólo hasta hace poco que llegó en una camioneta con un hombre armado. Llegó súper cambiada, tanto así, que casi no la reconozco. Llegó al barrio y no saludó a nadie. Se bajó de la camioneta con un arma y entre la multitud que la asediaba buscó al macancan su ex novio y le disparó.

Yo creo que te debes de acordar de ella. Pues las tres fuimos compañeras de la universidad y fue nuestra amiga.

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